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La alimentación en personas con Diabetes

 

 

 

 

 

 

La diabetes mellitus es un trastorno del metabolismo de los principios inmediatos, principalmente de los hidratos de carbono, debido a una producción insuficiente de insulina o a una respuesta inadecuadaa ésta por parte de los tejidos o a las dos causas a la vez. Como consecuencia se produce una elevación del nivel de glucosa en sangre que provoca una alteración y desequilibrio metabólico y hormonal acompañados de lesiones neurológicas y vasculares que cursan de forma crónica. La dieta juega un papel fundamental en el tratamiento de la diabetes.

El tratamiento dietético del diabético infantil y juvenil está orientado a conseguir un crecimiento y desarrollo normales durante la infancia. Además, debe satisfacer las necesidades nutritivas y mantener el peso ideal, facilitar el mantenimiento de la glucemia o presencia de azúcar en la sangre en sus valores normales y prevenir la aparición de complicaciones. Para asegurar el seguimiento de la dieta que va a ser de por vida, ésta deberá elaborarse de forma personalizada, y ha de ser realista y atrayente. Las comidas y en concreto la ingesta de glúcidos, deberán repartirse uniformemente a lo largo del día, con regularidad horaria y contenido de hidratos de carbono. 

 

Es importante que el paciente conozca los alimentos que debe evitar, los alimentos recomendados, y las listas de equivalencias de alimentos por su contenido de glúcidos. En líneas generales podemos aconsejar una serie de medidas nutricionales básicas. Así, la dieta del diabético deberá aportar la energía necesaria, mediante el consumo de calorías, para mantener el peso adecuado o para conseguir mantenerlo en caso de que exista una falta o exceso de kilos. Los azúcares deberán aportar el 50% de las calorías totales. 

En cuanto a las grasas, en la alimentación del diabético se restringirán en caso de pacientes con sobrepeso, debido a la cantidad de calorías que aportan. Las grasas de origen animal, ricas en ácidos grasos saturados, deberán reducirse por su relación con enfermedades cardiovasculares que ya de por sí son una de las principales complicaciones en los diabéticos. Respecto a las proteínas, en los diabéticos controlados las necesidades protéicas son iguales a las de las personas sanas de la misma edad. La fibra ha de ser un importante componente de la dieta del diabético, al retrasar el vaciamiento gástrico, ralentizar la absorción de nutrientes y ayudar a mantener los niveles de glucosa en sangre. 

Por último, es conveniente recordar la importancia de la práctica regular de ejercicio físico adecuado para contribuir al éxito del régimen. La actividad física aumenta la utilización de la glucosa y reduce las necesidades de insulina.

No lo olvide: Pregunte siempre a su farmacéutico. Él le informará sobre éstas y otras cuestiones relacionadas. Y recuerde que la intervención farmacéutica supone una elevada garantía en el proceso global de adecuación, efectividad y seguridad de los tratamientos con medicamentos.

 

 

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